Capitulo 3: ¿Dónde esta Kidrauhl?

Capítulo 3

Subí las escaleras tan rápido como mis piernas me lo permitieron. Tome una pequeña maleta que teníamos guardada, la abrí completamente en la cama. Saque el cajón y con mucha prisa guarde sin orden la ropa dentro de la maleta, no veía que era lo que guardaba, solo metía ropa, toda la que cabía adentro, el tiempo me estaba jugando una carrera y yo era la que estaba perdiendo.

"Tú causaste esto maldito desgraciado, tu le llenaste la cabeza con pura mierda” los gritos de mi madre eran insoportables.

"TE MARCHASTE CUANDO TENIA 6 AÑOS, AHORA VIENES AQUI SIMULANDO QUE ERES UN BUEN PADRE"

Otra vez, solo se escuchaban sus gritos, porque papa solo callaba o no alzaba la voz.

"NO ME DEJASTE QUE LA LLEVARA CONMIGO, ¿QUE QUERIAS QUE HICIERA?

Hable muy pronto, ambos comenzaron otra vez, recuerdo ese día tan bien, ese día en que el se fue.

“TU TE FUISTE, ¿NO SABES LAS VECES QUE PREGUNTO ELLA POR TI DESDE ENTONCES?, ELLA SUFRIO MUCHO Y NO QUIERO QUE LE PASE NUEVAMENTE”

— ¡NO LA LLEVARAS CONTIGO!— grito mi madre tomando me del brazo y colocando me detrás de ella para que papá no tuviera acceso a mí.

Papa había regresado, pidiendo que me valla con él, pero mama no quería, él había dejado la casa hace 2 meses porque él y mami habían dejado de quererse. Me iba con él, el fin de semana y lunes y el resto estaba con mami.

—¡SOY SU PADRE, TENGO TODO EL DERECHO! VIVIRÁ MEJOR CONMIGO" mi padre estaba tan enojado, y nunca en la vida lo había escuchado así, ni cuando hacia mis pequeñas travesuras. —TENDRÁ TODO LO QUE QUIERA—

Como pude corrí a mi habitación, no quería escuchar más gritos solo me senté en un rincón y tape mis oídos para no escucharlos. Pero era inútil, sus palabras entraban en mi oído y cada vez tenía más ganas de sacar lágrimas.

"¡ELLA NO NECESITA COSAS MATERIALES, ELLA ME NECESITA A MI, A SU MADRE!"

Los gritos pararon y la puerta se abrió de par en par, era mi papi.

—Cariño ven...— dijo el mientras extendía sus brazos así mí y se arrodillaba para quedar a mi altura. Me levante y lo único que hice fue abrazarlo, y susurrarle al odio "No te vallas, no me dejes.

—Lo siento nena, pero es algo que debo hacer, pero te prometo que no desapareceré te escribiré todos los días—

Mis lágrimas mojaron su chaqueta, me pegue al mucho más para que no fuera.

— ¡NO QUIERO QUE TE VALLAS! — grite aferrándome a él.

—Lo siento, lo siento tanto— su voz se quebró, ¿el lloraba?

Papa lloraba, y nunca lo vi. Llorar, esta triste.

—Papi, no llores— dije sin soltarlo — los papis nunca lloran.

— ¿Quién te dijo que no lloramos? ¬— el me miro a los ojos.

— María Lanscovi, ella dijo que los niños nunca lloran— dije recordando a María, ella era una niña del instituto que luego de que golpeara a Derek y decir que había llorado ella me dijo que era imposible, porque los “niños no lloraban”

—Dile a María que los niños si lloran, __ todas las personas lloran hasta yo. Ya sea por alegría, por tristeza, por dolor, y no te tienes que avergonzar de ello, así demuestras que no eres un robot y que tienes un corazón.

— ¿Has llorado otra vez? — pregunte relajándome un poco.

—Sí, cuando naciste— soltó el sentándose en el suelo e hizo que yo lo hiciera en sus piernas.

— ¿No me querías? — mis pequeños ojos se aguaron.

— Esa vez, llore de felicidad, porque tú eres lo más importante para mí—

—Te amo papi— una vez más lo abrace sabiendo que ese sería el final.

—Te amo mucho más cariño—

—El tiempo término, ya vete William —dijo mamá desde la puerta, con los brazos cruzados mientras miraba a papi con enojo.

—¡No! Papi, no te vayas— dije aferrándome nuevamente de él. Mis lágrimas caían por mis mejillas y terminaban en el suelo de madera de mi habitación.

Mama intento despegarme de él, pero era imposible no me desprendería de él. Me tomaba de la cintura y forcejeaba, mientras yo pateaba con mis pies cuándo ella me tocaba. Pero en un descuido ambos lo lograron, mamá me sostenía en sus brazos yo luche con todas mis fuerzas para que me soltara.

— ¡YA VETE!— le grito ella mientras luchaba conmigo.

Él se dio media vuelta y se marchó, en el instante que cerró la puerta mi desesperación se hizo más potente. Creo que con mi pie le pegue en el estómago a mi mamá, y ella en el instante me soltó mientras sufría de dolor, pero no me importaba, no estaba preocupada por ella si no porque tal vez, no vería nuevamente a mi papi.

Corrí hacia la puerta y estaba arrancando el vehículo, el comenzó a rodarlo y en un intento para alcanzarlo comencé a correr detrás de él, corrí lo más rápido que puede, lo que mis pequeñas piernas me permitieron. Pero fue imposible, él ya se había marchado apenas veía a su auto.

*Fin de FlashBack*

Cuando me di cuenta ya no cabía nada más en la valija, tome un bolso y en el puse mi teléfono, auriculares, mi MP4 y baje con la maletas a rastras.

— ¿Qué haces con esa maleta?—pregunto mi madre, ¿Acaso aun no entendía? Me marchaba, no estaba en discusión.

—Papa, ya vámonos— dije ignorándola, solo me faltaban unos pocos escalones para terminar de bajar la escaleras cuando ella se posó justo frente a esta. Cuando llegue a ella, me obstruía el paso.

—Apártate— escupí con desprecio.

—No te iras, ¿Qué no entiendes lo que digo?— frunció el ceño.

— ¡TÚ ERES LA QUE NO ENTIENDE, ME HIRE CON PAPÁ, NO ME PODRAS DETENER, ESTOY HARTA DE QUE MANEJES MI VIDA, YA NO TENGO 6 AÑOS!— comencé a caminar con la maleta en la mano, papa seguía mis pasos, ella me detuvo una vez mas, pero solo con un poco de fuerza me escape de su agarre.

Puse la maleta en el baúl del auto y escuche gritar a mi madre “¿Cómo me puedes hacer esto?, después de que te di todo, eres una desgraciada”

Así era su despedida, solo insultándome, yo no fui la que la prive de ver a su padre por más de 11 años…

—Ya arranca— Le dije a mi padre una vez adentro del vehiculo, ya no quería soportar los gritos aun escuchaba de ella.

El lo puso en marcha y se dirigió al aeropuerto.

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— ¿Cómo te sientes? — pregunto papa tomándome la mano.

—Estoy bien… —dije con seguridad.

— ¿Segura? — pregunto el una vez mas.

— Muy segura pá, estoy emocionada por llegar— le sonreí.

—Me alegro de eso—me devolvió la sonrisa —con tu permiso, dormiré un rato aun no me recupero del viaje anterior.

—Este bien —asentí con la cabeza.

El reclino su asiento para atrás y cerró los ojos. Mire por la ventanilla del avión, y suspire, en una parte de mi no estaba del todo bien, deje a mama sola, fui muy mala con ella, pero por otro lado no podía dejar que papa se fuera de nuevo, no lo perdiera nuevamente como una vez. Además, no seria para siempre, la llamare todos los días y pronto estaremos mucho mejor. También una parte de mi esta tan exaltada, tan ansiosa por llegar allí y hacer todo lo que no hice con el, tan contenta de que el este aquí,